-Quiero irme ya... y encerrarme en mi cuarto por los
próximos diez meses... tal vez años... –dijo Akira poniendo su cara en el
hombro de Yuuma. Ambas estaban ignorando a Ryuka, quien estaba lamiendo la
sangre de Tsukiyama.
-¿Por qué estás lamiendo la sangre del piso? –preguntó
Kaneki mirándolo con desconcierto.
-¿Estás loco, Kaneki? Es sangre de vampiro, está cosa sabe a
gloria
-¿Por qué gloria?
-No entiendo por qué la tomas, dudo que sepas lo que pasaría
si la bebieras -dijo Kaneki.
-Yo que sé, está
buena y punto.
~Al dia siguiente~
-Ryuka, levántate. Tenemos que ir a clases –Kaneki sacudió a
su hermano intentando despertarlo.
-Déjame dormir un rato más -respondió como siempre, poniendo
su cabeza contra su almohada.
-Ryuka, por favor, Yuuma-sama nos matara...
-Bah, ya qué. Dormiré en clase... -dijo antes de levantarse.
Cuando fue recibido por los rayos del sol, soltó un chillido
muy poco masculino que bien pudo haber servido de alarma para el resto de los cuartos.
-¡ME ARDEN LOS OJOS! –gritó.
-No grites tan fuerte... –dijo Kaneki, quien ya estaba
completamente espabilado gracias a su hermano-. ¿Es tan grave la luz del sol?
-¡SÍ! Joder, es como
si me clavaran agujas...
-Pero por qué te pasa eso... –se dijo en voz alta-. Mejor vamos
a desayunar antes que nos maten.
~Ya en el comedor~
-Fufufufu~ Ryuka-kun, hueles dulce~
-¿Dulce?
-Sí~ Hasta diría que te ves... guapo.
-¡¿GUAPO?! ¡¿QUE DICES QUE YO ME VEO GUAPO?!
¡¡ALELUYAAAAAAA!! –Ryuka comenzó a bailar y a festejar como si le hubieran
dicho que al final podría tener un harem.
-Kimiharu, ¿Te duchaste?
-¿Qué? No, así de fabuloso me veo siempre –respondió
acomodándose unas gafas de sol imaginarias.
"Esto es raro...y me perturba..."
-¿Dijiste algo, Kaneki? –preguntó Ryuka.
-Uhm, no... -respondió.
-Estoy seguro de que te escuche hablar...
-Lo único que hice fue pensar -"No como tú...",
pensó ácidamente.
-¡No me insultes! –gritó Ryuka golpeando la mesa, por ese
movimiento todo sobre ella tembló.
-¿Qué...? -"Oh, esto es muy incómodo", pensó
Kaneki, dándose cuenta que ya no podía pensar nada tranquilo-. Uhm, lo
siento...
-¿Qué es incómodo? –preguntó Ryuka confundido.
-... -"Mente en blanco, mente en blanco, mente en
blanco, mente en blanc--- ¿Por qué Akira-san y Yuuma se están riendo de lo que
está diciendo Ryuka...? Esto ya es problemático... aunque Akira-san está
riendo... de mí, pero..."
-Ryuka-kun~~~
"¡¿QUÉ CLASE DE BRUJERÍA ES ESTA?! ¡AKIRA-SAN LLAMÓ A
MI HERMANO POR SU NOMBRE!"
-¿Qué pasa, bellezas de mi harem? -preguntó Ryuka
acomodándose el cabello.
-¿Podemos abrazarte~~~~~?
-Oh... ¡EL DIOS MAKOTO RESPONDIO A MIS PLEGARIAS! –gritó
Ryuka alzando los brazos al cielo.
"¿Por qué el día se está poniendo cada vez más y más
raro...?"
-Ryuka-kun, hoy te ves mucho mejor que de costumbre~ -dijo Akira,
apoyando su cabeza sobre su pecho.
-Ryuka-sama~~~~ ¿Podemos salir hoy? –preguntó Yuuma
sujetando el brazo de Ryuka.
"¡ES EL MEJOR PUTO DÍA DE MI VIDA!" pensó Ryuka,
acomodándose el cabello de nuevo.
-Por supuesto, dulzuras –añadió guiñando un ojo.
-¡KYAAAAAAAAA! –gritaron ambas antes de desmayarse.
"En serio...", pensó Kaneki, intentando
concentrarse en su desayuno.
~Ya en la tarde~
-¿Qué demonios...? ¿Por qué diablos ese... ese... hijo de su
mamá está rodeado de bishojos? –preguntó un tipo random en la heladería.
-Créame, yo me he estado preguntando eso desde que me
desperté -contestó Kaneki-. Y por favor no insulte a su madre.
-¿Por qué usa gafas oscuras si estamos dentro...?
-Es solo para verse "atractivo" –respondió con
desprecio.
-Mi última pregunta... ¡¿POR QUÉ MIERDA LA TIPA DE LOS OPPAI
GIGANTES LE ESTÁ DANDO HELADO EN LA BOCA?!
-Fufufufufufu, Ryuka-sama, di aaaaaaaahhh~~ -decía Yuuma con
voz melosa a Ryuka, quien estaba sentado muy cerca de ambas.
-Ryuka-sama, esto es muy injusto. Ella es su principal solo
por tener el oppai más grande –reclamó Yuka.
-Siempre debe haber una principal, chicas -respondió, antes
de tomar el helado-, aunque no se preocupen, hay suficiente Ryuka-sama para
todas, bombones.
-¡Ryuka-sama, es tan bueno y generoso! –chillaron todas.
-Sí, ahá, estoy bien, muchas gracias... ¿para qué vine aquí
si todas van a estar adorando a Ryuka? –pensó en voz alta Kaneki.
-Ehhhh... ¿Kaneki? Es solo que Ryuka-sama es el
mejoooooor~~~~~ -dijo Yuuma abrazando con fuerza el brazo de Ryuka.
-Ajá... No se preocupen por mí, ¿sí? –dijo, apoyando su
barbilla contra su mano e intentando mirar hacia la ventana.
-Kaneki, podría acostumbrarme a esto...
-¡Sí~~~~~, Ryuka-sama~~~~~! –dijeron las chicas al unísono.
-Ajá -"Yo no", pensó, intentando no mirar el
cabello de Akira. "Todo ese hermoso cabello...desperdicia do en él... La
sangre de vampiro me odia..."
"Un minuto... ¡ESO ES!", a Kaneki se le iluminó el
rostro, "¡Si tomo sangre de vampiro, voy a lograr que deje de prestarle
atención! Mejor... ¡GANARÉ EL AMOR DE AKIRA-SAN! Es prácticamente un plan perfecto... Pero...me
gustaría ganar el amor de Akira-san por mi propia cuenta... Sí, supongo que eso sería mejor. Mejor vigilo
que Ryuka no intente alguna indecencia con las chicas... En especial con
Akira-san..."
-¡Oh por Makoto, me siento tan feliz que quiero
cantaaaaaar~!
-Canta para nosotras, Ryuka-sama~~~
-Bien, deléitense con mi bella voz~ ¡EN LOS ESTADOS UNIDOS
DE NIPON~ VIVÍA RYUKA-SAMA QUE LOS OPPAI SIEMPRE ADORO! ¡OPPAI, OPPAI, OPPAI,
OPPAI, TOCARLAS Y MIRARLAS ES SU OBSESIÓN! ¡OHHHH~ EL GRAN VAMPIRO DE LOS
OPPAI!
-Su voz es un placer para mis órganos auditivos artificiales
–suspiró Akira.
-Suena mejor...
-Que los gemidos de un uke –dijeron Yuka y Rin a la vez.
-¡¿QUÉ SOY EL ÚNICO QUE SE DA CUENTA DE QUE ESTÁ QUEBRANDO
LAS VENTANAS?! –gritó Kaneki cubriéndose los oídos.
-No -respondió el tipo random de antes.
-¡OPPAI, OPPAI, OPPAI, OPPAI, HA VISTO MUCHOS OPPAIIII~~~~~
PERO LOS GRANDES SON SU ADORACIÓN!
¡OPPAI, OPPAI, OPPAI, OPPAI, EL GRAN VAMPIRO AMANTE DE LOS OPPAI~ HA VISTO
MUCHOS~~~~ PERO LOS MÁS GRANDES SON DE LO MEJOR!
"¡Quiero irme a mi cuarto, joder!", pensó Kaneki a
gritos.
~Ya en Kura...Mukami~
-Buenas noches, mi bello harem. El gran vampiro de los oppai
debe dormir
-Buenas noches, Ryuka-sama –respondieron las chicas a coro.
-Quiero dormir ya...
~A la mañana siguiente~
-Bastard-kun, déjame en paz.
-¿Pero qué...? -se preguntó Ryuka.
-Sí, eres demasiado uke para nosotras –dijeron Yuka y Rin al
unísono.
-Contigo no saldría ni con el sistema operativo reiniciado –bufó
Akira.
-Al menos tú aún me
amas, Nya-chan... ¿Nya-chan? –dijo, mirando a la nada.
-Se fue hace como media hora –respondió Yuuma comiendo.
-¿Por qué me estás oliendo el cabello? –preguntó Akira.
-Estoy marcando territorio –susurró Kaneki.
-Marcando... ¿qué?
“Me sentí tan celoso...”, pensó.
-A-akira-san...
-¿Qué? –preguntó indiferente.
-Olvídalo...
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